PRIMER DOMINGO DE CUARESMA - CICLO B

Primera lectura: Génesis 9, 8-15; Salmo 24, 4bc - 5ab, 6 -7bc. 8 - 9; Segunda lectura: 1Pedro 3, 18 - 22; Evangelio: Marcos 1, 12 - 15.


LA PURIFICACIÓN CUARESMAL

La cuaresma es ese tiempo en donde se renueva la alianza con Dios. Esa relación connatural y espontánea se rompe por el influjo del pecado. El pecado rompe la relación fluida con Dios, ya que éste pone un obstáculo entre Dios y el hombre. 

Esto lo vemos con cierta claridad en la primera lectura en donde vemos el pacto de Dios, la alianza con los hombres. 

Dios toma la iniciativa de restaurar las relaciones entre Él y nosotros. De la lectura podemos deducir algunas características de este pacto: 1) Es iniciativa de Dios. Dios da el primer paso en esta alianza de salvación. El hombre se queda siempre muy corto en su perspectiva respecto de la trascendencia de su existencia y de la vida de la gracia, por eso Dios es quien da ese primer paso para poder restablecer la gracia en el hombre. Dicho sea de paso, el recobrar la gracia es algo que sólo Dios puede hacer, el hombre por más esfuerzos que haga por restablecer la gracia interior va a ser una tarea bastante difícil. 2) Es sin condiciones: Estamos acostumbrados a tratar a partir de lo que una de las partes pueda recibir en su beneficio o a su favor, pero Dios quiere establecer esta alianza sin condiciones. No es porque dejemos de hacer algo que Él nos va a privar de lo que nos quiere dar o a la inversa que por nosotros hacer algo él se siente en la obligación de dar. 3) Requiere nuestra respuesta: Todo lo que hace Dios por nosotros está sujeto a nuestra reacción, a nuestra respuesta, y lo que le espera en nosotros es que cumplamos su voluntad. 4) Es universal: es decir, que su alianza abarca a toda la humanidad. No se reduce sólo al pueblo escogido. 5) Es cósmica: no sólo abarca a los hombres sino también a toda la creación, a todos los seres vivos que acompañan al hombre. 

Vemos la inquietud de Dios de querer salvar a la humanidad, de quererlo librar del pecado y esto coincide con el matiz bautismal de la cuaresma, en donde se busca purificar a la humanidad del pecado a través de las aguas del bautismo. Por eso el diluvio tiene la intención de derrotar la maldad y salvar lo bueno que quedaba entre los hombres.

En la segunda lectura vemos a Cristo que muere y con ello paga el rescate por el pecado. Para los judíos estaba la idea de que para el rescate del pecado había que ofrecer varios sacrificios pero en la perspectiva cristiana con un solo sacrificio, el de Jesús, ha sido más que suficiente para que toda la humanidad sea rescatada del pecado. Nuevamente se rescata que el matiz bautismal en el sentido de que a través del Espíritu Cristo vive. Ese espíritu da vida, no es un espíritu inactivo. Como dice la lectura cómo era hombre lo mataron, pero por el Espíritu tiene la vida. Nuevamente está la alusión bautismal cuando refiere que la salvación llega por medio de Noé y el arca y se refuerza la idea de que el diluvio tiene esa función purificadora - lustral en el mundo.

En el evangelio vemos 2 escenas 1) Las tentación de Jesús en el desierto, que en la versión del evangelista Marcos es muy sucinta y escueta. Nos habla de los 40 días , diversas tentaciones y servido por los Ángeles. Una segunda idea es la del desierto. Es un lugar de aridez, de poca vida, donde no florece el espacio, vemos que Jesús permanece y es tentado, es un lugar de lucha, es un lugar de muertes. Por eso nosotros vamos hasta el desierto que es nuestro mal que nos acecha en diversas ocasiones y que unidos a Cristo lograremos la victoria.

2) Luego de ser arrestado Juan Bautista vemos a Jesús que se siente impulsado anunciar el evangelio. Se nos muestra, en resumen, con la frase "Conviértanse y crean en el Evangelio". Precisamente el miércoles de ceniza iniciábamos la cuaresma escuchando esta frase que marca la esencia de la cuaresma: la conversión. Esta no es sólo una actitud superficial, de relativa calma y tranquilidad, va más allá. Implica un cambio de mentalidad, metanoia. Esta es indispensable para llegar a esa purificación que nos trae el bautismo. Tengo que convertirme para identificarme con Jesús. Por eso este tiempo tiene que ayudarnos, en primer lugar, para buscar mi salvación, reconocer el poder de Jesús que ha rescatado a toda la humanidad y oír su mensaje de conversión.

Que este tiempo de cuaresma no sirva a todos para poder vivir con empeño y con mucha fe estas actitudes que nos llevarán a la noche de la Pascua.

¡Buen domingo y a seguirse cuidando!

P. Martín

Comentarios

Entradas populares de este blog

PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO - CICLO B

SEGUNDO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO - CICLO B

DOMINGO XXVI DEL TIEMPO ORDINARIO - CICLO B