DOMINGO DE RAMOS EN LA PASIÓN DEL SEÑOR - CICLO B

Evangelio de la bendición de Ramos: Marcos 11, 1-10; Primera lectura: Isaías 50, 4 -7; Salmo 21, 8-9. 17-18a. 19-20. 23-24; Segunda lectura: Filipenses 2, 6-11; Evangelio: Marcos 14, 1- 15; 47.

DOMINGO DE RAMOS EN LA PASIÓN DEL SEÑOR


Hoy iniciamos la Semana Santa. Ante todo, quiero recordarles que, gracias a la acción del Espíritu Santo en la Liturgia, lo que celebraremos no es una añoranza, ni como cuando recordamos una fecha cívica. Lo que celebraremos en estos días es REAL Y VERDADERO. Por tanto, debemos participar de estos días santos con toda fe, piedad, recogimiento para poder vivir el Misterio Pascual y alcanzar las gracias que se alcanzan estos días. SON DÍAS DONDE CONTEMPLAMOS NUESTRA SALVACIÓN.

En el Domingo de ramos se contempla la entrada de Jesús en Jerusalén. La misa inicia con la bendición de los ramos y palmas, evocando ese momento de entrada en la ciudad santa y tenemos la lectura de la Pasión del Señor, que es el único día del año litúrgico que se lee en la Misa. Históricamente el Domingo de ramos era el Domingo de la Pasión del Señor, por ello la lectura de la Pasión. El "apelativo" de Domingo de ramos lo encontramos desde el siglo VII.

Quisiera detenerme en algunos detalles, más que hacer una reflexión, de la entrada de Jesús a Jerusalén. Debo decir de entrada que están llenos de detalles de la expectativa mesiánica y sobre todo de referencias a David, el rey.

En primer lugar, Jesús ha querido entrar en Jerusalén de un modo solemne. Con esta entrada da a entender el sentido del verdadero mesianismo alejado de las expectativas militares o políticas.

Siempre llama la atención el hecho que Jesús entre en un borrico. Esto, a primera vista, es un signo de humildad. Pero este signo está cargado se referencias mesiánicas. Zacarías 9,9 dice que un rey “vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, así sobre un pollino hijo de asna.” El venir montando el pollino ya hace referencia a la realeza de Jesús. José Luis Martín Descalzo dice en su libro sobre la vida de Jesús que “El asno era, en Palestina, cabalgadura de personas notables, ya desde los tiempos de Balaan (Num 22,21)”. Por otro lado, dice el papa Benedicto XVI en su libro Jesús de Nazaret II que “Jesús reivindica el derecho del rey a requisar medios de transporte, un derecho conocido en toda la antigüedad (cf. Pesch, Markusevangelium, II, p. 180). El hecho de que se trate de un animal sobre el que nadie ha montado todavía remite también a un derecho real”. Entonces vemos que el hecho de usar el borrico o pollino refiere a la realeza de Jesús.

Un segundo detalle es el de la multitud que lo recibe. Es multitud lo recibe echando sus mantos. Benedicto XVI dice al respecto que “Lo que hacen los discípulos es un gesto de entronización en la tradición de la realeza davídica y, así, también en la esperanza mesiánica que se ha desarrollado a partir de ella”. La respuesta de la multitud es digna de un rey – como poner la alfombra roja – semejante a la multitud tendiendo sus ropas ante Jehú, gritando, “Jehú es rey” (2 Reyes 9,13). También se parece a la bienvenida que el pueblo le dio a Simón Macabeo cuando entró triunfante en Jerusalén después de derrotar Antíoco y restaurar el templo profanado (1 Macabeos 13,51). Es importante anotar que Jesús, muy pronto, también restaurará el templo profanado (vv. 15-17).

Es multitud es la que aclama a Jesús, le da sus vivas. “Hosanna” originalmente significa “Dios Salva”, pero para la época de Jesús ya había perdido ese significado y era una simple viva. Pero como en muchas cosas, Jesús le devuelve el significado original. Jesús viene como el salvador de los hombres. Gritan: “Viva el Hijo de David”. Jesús proviene del linaje real pero no en la línea de sus antecesores, sino como el verdadero Hijo de Dios. Por otro lado, este Hosanna es el reflejo de la necesidad de salvación que tiene la humanidad. Todos estamos marcados por el pecado y necesitamos del Dios salvador.

Para terminar esta parte, tenemos la bendición de las palmas y ramos de olivo. Este gesto bimilenario lo realizamos para reconocer que Jesús es el Dios de mi vida, que Él es mi rey y soberano. J.L. Martín descalzo dice: "En la fiesta de los tabernáculos todo judío llevaba en sus manos dos ramos —el lulag y el etrong— el primero de los cuales era de cedro y el segundo una palma, adornada con mirto y sauce. Esta palma, que los judíos agitaban en la procesión de la fiesta citada, había tomado el nombre de «hosanna», precisamente del grito que se pronunciaba al agitarla."

Otro detalle importante es que es el único día del año que se lee la Pasión del Señor en la Misa. Esta lectura, en este día ya lo encontramos desde el siglo IV. Es hacia el año 1000 cuando se ejecuta con tres cantores. 

Podemos reflexionar en este día si soy de esa multitud que aclama a Jesús, que lo vitorea como su salvador, que le grita que necesita que los libere de la opresión del pecado, o más bien soy de esa otra muchedumbre que gritará el próximo viernes que lo crucifiquen. Jesús sube y entra en Jerusalén para obrar la salvación. No desaprovechemos este tiempo de gracia y bendición.

Buen Domingo de Ramos y a seguirse cuidando.

P. Martín

P.d. Los que deseen interiorizar en la liturgia del triduo pascual, en mi canal de YouTube hay algunas charlas que les pueden ayudar. Y si desean, el miércoles, jueves, viernes y sábado Santo tendremos desde el Facebook de mi parroquia El Santísimo Salvador algunas meditaciones/reflexiones sobre le Triduo pascual.

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