SEXTO DOMINGO DE PASCUA - CICLO B

Primera lectura: Hechos de los apóstoles 10, 25- 26. 34-35. 44-48; Salmo 97. 1. 2. 3ab. 3cd - 4.; Segunda lectura: 1Juan 4, 7-10; Evangelio: Juan 15; 9-17.

EL AMOR

Es muy interesante que este domingo en la segunda lectura como en el evangelio el tema resaltante sea el amor. Yo quisiera compartir 10 características del amor que se evidencian en estas lecturas:

1. Dios tiene la iniciativa de amar. “En esto consiste el amor, no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino que el nos amó primero” (1Jn 4, 10). A veces podemos pensar que el amor es una iniciativa humana, pero todo el amor viene de Dios que nos ama desde toda la eternidad.
2. El amor es participar de Dios: “Como el Padre me ha amado, así los he amado yo” (Jn 15, 9), “…porque Dios es amor…” (1Jn 4, 8). Dios es la fuente del amor. Es más, la convivencia al interior de la Trinidad siempre será amor puro. Si uno quiere aprender a amar tiene que conocer a Dios (1Jn 4, 7)
3. Amar es un mandamiento: “Este es mi mandamiento: que se amen unos a otros como yo los he amado” (Jn 15, 12). “Esto les mando: que se amen los unos a los otros” (Jn 15,17). Amar es un mandato del Señor, no es una alternativa, y lo debemos hacer al modo de Dios. San Pablo nos recuerda: “Tengan entre ustedes los mismos sentimientos de Cristo” (Flp 2, 5).
4. Uno ama guardando los mandamientos de Dios: “Si guardan mis mandamientos, permanecerán en el amor” (Jn 15, 10). Cuando uno ama va configurando su existencia y su modo de ser en razón del que ama o a quien ama. Por eso, resulta espontaneo que si decimos amar a Dios nosotros vivamos sus mandamientos (aunque caigamos en el intento).
5. El amor de Dios es el amor más grande: “Nadie tiene amor más grande que dar la vida por los amigos” (Jn 15, 13). Tampoco olvidemos lo que le dice Jesús a Nicodemo: “Tanto amo Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en Él no perezca, sino que tenga vida eterna” (Jn 3, 16). El amor de Dios es infinitamente más grande, más hermoso y más puro que el de cualquier otra criatura. El amor de Dios se da sin condiciones y para todos sus amigos.
6. El amor está lleno de sacrificios: “Él nos amó y envió a su Hijo, como propiciación por nuestros pecados” (1Jn 4, 10). Cristo vino a hacer la voluntad del Padre “He aquí que vengo para hacer tu voluntad” (Hb 10, 9) y la voluntad del Padre es que todos seamos rescatados del poder del pecado y de la muerte, porque nos ama.
7. El amor supone elección: “Soy yo el que los ha elegido” (Jn 15, 16). Dios no ama en abstracto, Dios ama personalmente, y para amar de esta manera ama a la persona, me ama a mí, personalmente. El amor es de persona a persona.
8. El amor implica intimidad: “Ya no los llamo siervos…los llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre se lo he dado a conocer” (Jn 15, 15). Jesús nos ama tanto que incluso nos revela la intimidad que tiene con el Padre. Solo le confiamos algo así a alguien que queremos y valoramos.
9. El verdadero amor nos llena de alegría: “Les he hablado de esto para que mi alegría esté en ustedes, y su alegría sea completa” (Jn 15, 11). El amor verdadero nos da felicidad, alegría, paz, y tantos otros sentimientos bonitos y puros. En cambio, el falso amor nos llena de tristeza y de vacío. Donde no hay amor no hay felicidad.
10. Dios es amor (Jn 4, 8. 16). Nadie en el mundo debe sentirse no amado, nadie debería mendigar amor en otra criatura. Necesitamos del amor de Dios y Él nos llena de su amor. Cuantos momentos de nuestra vida hemos percibido el gran amor que Dios nos tiene. Esto nos tiene que poner en actitud de gratitud.

Y de la primera lectura quisiera destacar tres detalles: 1) Dios quiere llegar a todos los hombres: “Está claro que Dios no hace distinciones, acepta al que lo teme y practica la justicia”. 2) El Espíritu Santo es para todos: “Se sorprendieron de que el don del Espíritu Santo llegara a todos los gentiles” y 3) El Espíritu mueve a hacernos hijos de Dios en el Bautismo: “¿Se puede negar el agua del bautismo?”. Todos somos hijos en el Hijo gracias a la acción del Espíritu Santo.

Preparémonos para su venida en la fiesta del Espíritu Santo tan cercana y pidámosle a Él que nos llene de mucho amor.

Aprovecho para saludar a todas las madres en su día, que Dios las premie por tantas cosas buenas que hacen por sus hijos, y que las proteja en este tiempo tan doloroso. También recordamos a las que ya han partido para que Dios les permita estar en su presencia.

¡Buen domingo, feliz día de las madres y a seguirse cuidando!

P. Martín