DECIMO QUINTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO - CICLO B

Primera lectura: Amós 7, 12 - 15; Salmo 84, 9ab - 10. 11 - 12. 13 - 14; Segunda lectura: Efesios 1, 3 - 14; Evangelio: 6, 7 - 13.


El libro de Amós desde el capítulo 7 hasta el  9 tiene una serie de visiones, 5 en concreto. La lectura de hoy está dentro de la tercera y en el contexto del enfrentamiento con Amasias que ponía como conspirador a Amós contra el rey Jeroboam (Am 7, 10. ss). 

Para entender un poquito más esta corta lectura debemos saber que Israel, el reino del norte, había vivido em cisma y en ese momento había llegado a su máximo esplendor. Surge Amós, pastor y de lenguaje duro, que iniciará la corriente el profetismo autentico y que empieza a denunciar los pecados y desviaciones. Sus palabras son insoportables, razón por la cual Amasias lo tratará dureza. Amós no se puede callar ante lo que veía.

Es curioso, por que Amasias le indica que no profetice más en "Betel", que significa "Casa de Dios", santuario del reino del norte, simplemente por que era el "Santuario de Dios" y Amós responde con fidelidad a su vocación, Dios los llamó para que vaya y profetice a su pueblo Israel (Am 7, 15). Aquí hay tres detalles interesantes: 1) Dios no llama necesariamente a los capaces  a los que nosotros "pensamos" que deberían responder a una determinada vocación. Dios llama a quien quiere. 2) El llamado, con su testimonio y su palabra interpelan. 3) Dios envía a determinadas personas a anunciar y denunciar para que nos seamos liberados de toda esclavitud. Amós es el primer profeta que tiene esa misión. Así como Amós, nosotros estamos llamados a ejercitar nuestra vocación profética.

En el evangelio estamos dentro de la versión de Marcos del discurso apostólico (hace unos días, entre semana hemos leído la versión de Mateo). A diferencia de los Mateo es más escueto (como en otros muchos detalles). Aquí Jesús le da autoridad a los doce para expulsar espíritus inmundos, para vencer el poder del mal. Muchos males en aquella época, como ahora también, provienen del poder del maligno y del pecado. Por eso Jesús tiene el interés de que ante todo ayuden a la victoria sobre el poder del mal.

Para tener facilidad para su misión le da algunas indicaciones concretas: 1) Hacer un abandono confiado a su providencia: no llevar mas que lo estrictamente necesario. Las cosas muchas veces nos impiden ese estar ligeros para la lucha. 2) Ir a diversos lugares, sean de paz o no. Si no hay paz se deben "sacudir los pies". Este gesto significaba limpieza y desprecio a los paganos. Al hacerlo anuncian la sentencia de Dios sobre ellos "para probar su culpa" (6, 11).

Las acciones de los apóstoles son: 1) Predicar la conversión 2) Expulsar demonios (el mal del pecado) y 3) ungir enfermos (el mal del cuerpo).

Esto se complementa con lo que leemos en la segunda lectura: Dios nos ha destinado a ser sus hijos. Esto lo comprobamos en las afirmaciones que se hacen en este antiquísimo himno: 1) Dios nos eligió para que seamos santos (1, 4) 2) El nos destinó para que seamos sus hijos por iniciativa suya (1, 5) 3) Por su Hijo hemos obtenido la redención, el perdón de los pecados (1, 7) 4) El plan de Dios es recapitular todo en Cristo (1, 10).
No tenemos más posibilidad que hacer la voluntad de Dios y así ser hijos en el Hijo y retratar lo más posible a Jesús en nuestra vida.

Buen domingo en la presencia de Dios y a seguirse cuidando.

P. Martín

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