DOMINGO XVIII DEL TIEMPO ORDINARIO - CICLO C

Primera lectura: Qohélet 1, 2; 2, 21-23; Salmo 89, 3-4. 5-6. 12-13. 14 y 17 (R.: 1); Segunda lectura: Colosenses 3, 1-5. 9-11; Evangelio: Lucas 12, 13-21.



En las lecturas de este domingo se nos invita a darle un justo valor a las cosas. El hombre contemporáneo valora de más algunas cosas que terminan siendo pasajeras. Las lecturas nos invitan a poner nuestra mirada en lo permanente, en lo que vale la pena.

La primera lectura nos dice que todo es vanidad, o como dice otra traducción, todo es vaciedad. Nos podemos afanar haciendo muchas cosas, buscando siempre que podamos conseguir más y mejores cosas, pero todo ello pasa. No vale la pena empeñarse en conseguir cosas pasajeras cuando somos peregrinos para la vida eterna. Al cielo no se entra con nada, por eso, hay que darle su justo valor a todo lo accesorio.

En el Evangelio también se nos hace una invitación a valorar los bienes de un modo justo y equilibrado. El hombre de la parábola se afanó mucho por conseguir, pero Dios le pide la vida cuando quería descansar de todas sus fatigas. Hoy muchos viven afanados en tener más para disfrutar después, pero no saben que están acumulando para no disfrutar. 

En la segunda lectura se nos habla de muchas cosas bonitas: Hemos resucitado con Cristo. Este misterio no lo tomamos en cuenta. Vivimos como hombres viejos, del que también habla la lectura, llenos de pecado y desorden. Hemos muerto. El hombre contemporáneo le tiene miedo a la muerte, pero San Pablo nos dirá que, por el bautismo, hemos pasado por ese misterio. Somos muertos al pecado y vivos, escondidos, en Dios. El apóstol nos llama a matar en nosotros todo lo terreno. No vivir aferrados a las cosas y los placeres del mundo, vivir libres de todo lo que nos esclaviza, libres de todo afecto desordenado que lo único que puede lograr es alejarnos de lo verdadero y bueno.

Que este domingo nos ayude a reflexionar qué valor le damos a las cosas que directa o indirectamente nos afectan y pidamos a Dios la gracia de vivir libres de todo apego a las cosas.

¡Que pasen un buen domingo en la presencia del Señor y sigamos con los cuidados!

P. Martín


Comentarios

Entradas populares de este blog

PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO - CICLO B

SEGUNDO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO - CICLO B

DOMINGO XXVI DEL TIEMPO ORDINARIO - CICLO B