SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN
Primera lectura: Génesis 3, 9-15. 20; Salmo 97, 1. 2-3ab. 3c-4 (R.: 1a); Segunda
lectura: Efesios 1, 3-6. 11-12; Evangelio: Lucas 1, 26-38.
SOBRE LA INMACULADA CONCEPCIÓN
Celebramos la Solemnidad la
Inmaculada Concepción de María. Hoy, más que hacer una reflexión «de puño y
letra», quisiera recordar algunas enseñanzas que pueden ayudarnos a entender
este misterio con mayor profundidad.
En el Catecismo 491 dirá que «A lo largo de los siglos, la Iglesia ha
tomado conciencia de que María "llena de gracia" por Dios (Lc 1, 28) había sido redimida desde su concepción.
Es lo que confiesa el dogma de la Inmaculada Concepción, proclamado en 1854 por
el Papa Pío IX: «... la bienaventurada Virgen María fue preservada inmune de
toda la mancha de pecado original en el primer instante de su concepción por
singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de
Jesucristo Salvador del género humano (Pío IX, Bula Ineffabilis Deus: DS, 2803).»
Benedicto XVI, dirá «En ella resplandece la eterna bondad del Creador
que, en su plan de salvación, la escogió de antemano para ser madre de su Hijo
unigénito y, en previsión de la muerte
de él, la preservó de toda mancha de pecado (cf. Oración colecta)» (8 de
diciembre del 2005)
Y también dirá que «María no sólo no
cometió pecado alguno, sino que fue
preservada incluso de la herencia común del género humano que es la culpa
original, por la misión a la que Dios la destinó desde siempre: ser la Madre del Redentor.» (8 de diciembre de 2006)
San Juan Pablo II, también nos ilumina: «María de Nazaret recibe a Cristo, y juntamente con Cristo y por Cristo recibe la
participación más plena en el misterio eterno, en la vida íntima de Dios:
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Esta participación es la más plena de
todo lo creado, supera cuanto separa al hombre de Dios. Excluye también el pecado original: la herencia de Adán. Cristo,
que es el artífice de la vida divina, es decir, de la gracia en cada hombre,
mediante la redención que llevó a cabo, debe ser particularmente generoso con
su Madre. Debe redimirla del pecado de modo singularmente sobreabundante
("copiosa apud eum redemptio: en
Él está abundante redención", Sal 129, 7). Esta generosidad del Hijo para con su Madre comienza en el momento
mismo de su existencia. Se llama Inmaculada Concepción.»
Y el papa Francisco dirá: «El Evangelio de
san Lucas nos presenta a María, una muchacha de Nazaret, pequeña localidad de
Galilea, en la periferia del Imperio romano y también en la periferia de
Israel. Un pueblito. Sin embargo, en ella, la muchacha de aquel pueblito
lejano, sobre ella, se posó la mirada del Señor, que la eligió para ser la
madre de su Hijo. En vista de esta
maternidad, María fue preservada del pecado original, o sea de la fractura en
la comunión con Dios, con los demás y con la creación que hiere profundamente a
todo ser humano. Pero esta fractura fue sanada anticipadamente en la Madre
de Aquél que vino a liberarnos de la esclavitud del pecado. La Inmaculada está
inscrita en el designio de Dios; es fruto del amor de Dios que salva al mundo.»
(8 de diciembre de 2013)
María es
el modelo de la santidad, de que sí es posible vivir en este mundo con mirada
sobrenatural, aspirando a las cosas de Dios y buscando siempre hacer el bien.
Que este
día en que recordamos el misterio de la Inmaculada Concepción sea para todos
una motivación a dejarnos cuidar por Dios y decir como Nuestra Madre «Hágase en
mí según tu palabra».
Buen
domingo. Sigamos viviendo el adviento. Les pido una oración por mí.
P. Martín
Buenas noches Padre Martín gracias por la reflexión de la Palabra del Señor q nos habla de le Virgen María de su humildad de su aceptación ser Madre de Jesús El Señor, Padre Martín le dejseo un feliz Aniversario de su ordenamiento
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