DOMINGO XVII DEL TIEMPO ORDINARIO - CICLO A
Primera lectura: 1Reyes 3, 5. 7-12; Salmo 118, 57 y 72. 76-77. 127-128. 129-130 (R.: 97a); Segunda lectura: Romanos 8, 28-30; Evangelio: Mateo 13, 44-52. El sueño es uno de los lugares donde Dios se manifiesta. Pensemos, por ejemplo, en San José. Todas las manifestaciones venidas de lo alto eran en sueños. Este domingo vemos como Dios le habla en sueños a Salomón. Para los que no lo saben, Salomón es hijo del Rey David y brillaba por sus juicios bastante equilibrados. En este sueño Dios le propone «Pídeme lo que deseas que te dé». Es una propuesta bastante tentadora. ¿Qué haríamos nosotros si recibimos una propuesta así de Dios? Salomón no pide nada para su conveniencia ni ventaja personal. Él pide «Concede, pues, a tu siervo, un corazón atento para juzgar a tu pueblo y discernir entre el bien y el mal». Esto agradó a Dios, por eso le dice «Te concedo, pues, un corazón sabio e inteligente». Es una buena petición que podemos hacer este domingo. ...