DOMINGO XV DEL TIEMPO ORDINARIO - CICLO B

Primera lectura: Amós 7, 12 - 15; Salmo 84, 9ab - 10. 11 - 12. 13 - 14; Segunda lectura: Efesios 1, 3 - 14; Evangelio: Mc 6, 7 - 13.


En la primera oración de la misa de este domingo, vemos algunos detalles interesantes para la reflexión: Ante todo, el reconocimiento de que Dios padre nos muestra la «luz» de su verdad. Él es luz, nos instruye y, en su Hijo, nos muestra la plenitud de la verdad. Jesús se identifica con «la verdad». Esa luz de su verdad, podríamos decir Jesucristo, ilumina ese camino incierto y oscuro que muchas veces nos lleva al extravío. Dios mismo nos muestra el camino y lo ilumina para realizar su voluntad.

Los cristianos le pedimos que nos conceda dos gracias: la primera «rechazar lo que es contrario a este nombre» (de cristianos), es decir, todo aquello que nos hace tropezar y manchar la dignidad que nos da el bautismo y el ser cristiano. La segunda gracia es «cumplir cuanto en él (se refiere al nombre) significa». En esto segundo va muy bien lo que plantea la segunda lectura: «Él nos eligió en la persona de Cristo, …, a ser sus hijos», por ello, el significado y el modo de ser del cristiano debe ser el vivir como hijos en el Hijo, como Cristo vivió.

¿Quién es el que nos permite vivir la dignidad de ser cristianos? ¿Quién nos hace dignos? (Cf. Plegaria eucarística II) Dios. Vivir en dignidad requiere un empeño nuestro de hacer su voluntad, pero también es dejar que sea Dios quien nos va transformando en otro Cristo, Él es quien, por acción del Espíritu Santo, nos va cristificando.

En el Evangelio de este domingo hay algunos verbos llamativos que pueden ayudarnos a reflexionar:

Llamó: Jesús llama a los doce, como decíamos antes sobre la segunda lectura «Él nos eligió». En un sentido muy amplio, toda la vida del cristiano es una permanente respuesta a la eterna llamada de Dios. Cada apóstol tiene su propia realidad, historia y circunstancia y, con todo ello, el Señor los llama. Y, como a ellos, cada uno, en su propia circunstancia es llamado por el Señor a una misión: anunciar el Reino a todos los hombres.

Dio autoridad: Solo Él que posee todo poder en plenitud, Él que tiene una autoridad que extrañaba a sus contemporáneos, la comparte con los 12 para poder realizar acciones en su nombre. El poder que les da es para vencer a los espíritus inmundos, es decir, para vencer los destrozos que había logrado el pecado.

Les encargó una serie de recomendaciones: No porque Jesús quería mandarlos a la aventura o ponerlos en compromiso. Busca que sus apóstoles estén libres de todo para poder realizar la misión. Por otro lado, como es algo de Dios, Él les recomienda esto porque Él los cuidará. Dios no desampara a los que ponen manos en su obra.

Podríamos decir más reflexiones, pero con esto quisiera ayudar un poquito a entender.

Buen domingo en la presencia del Señor.

P. Martín

Comparto una reflexión anterior de este domingo

https://pmartinreflexiones.blogspot.com/2021/07/decimo-quinto-domingo-del-tiempo.html

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