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SOLEMNIDAD DE LA NATIVIDAD DE SAN JUAN BAUTISTA

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Primera lectura: Isaías 49, 1-6; Salmo 138, 1-3. 13-14. 15 (R.: 14a); Segunda lectura: Hechos de los apóstoles 13, 22-26; Evangelio; Lucas 1, 57-66. 80. Hoy la Iglesia celebra con gozo la Solemnidad del nacimiento de San Juan Bautista. Esta Solemnidad, que interrumpe el ritmo del Tiempo Ordinario, tiene un lugar único en el calendario litúrgico, porque solo a tres personas se les celebra el nacimiento: a Jesús, a María y a Juan, el Bautista. Eso ya nos indica que su nacimiento está envuelto en el misterio de la salvación. La fecha de esta Solemnidad, el 24 de junio, seis meses antes de la Navidad, está en profunda sintonía con el relato evangélico del anuncio a María. La liturgia, con sabiduría, nos lleva a contemplar que Juan es el lucero que anuncia la aurora; él mengua para que Cristo crezca. La oración colecta de hoy expresa: «Dios nuestro, que suscitaste a San Juan Bautista para que preparara a Cristo el Señor una comunidad bien dispuesta, concede a tu pueblo el don de la alegría ...

SOLEMNIDAD DEL CORPUS CHRISTI - CICLO C

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Primera lectura: Génesis 14, 18-20; Salmo 109, 1. 2. 3. 4 (R.: 4bc); Segunda lectura: 1Corintios 11, 23-26; Evangelio: Lucas 9, 11b-17. Hoy celebramos una de las solemnidades más entrañables y profundas de nuestra fe: el Corpus Christi. El corazón de esta fiesta es el misterio de la presencia real de Cristo en la Eucaristía: su Cuerpo entregado, su Sangre derramada, su amor hecho alimento. Es una oportunidad para detenernos, contemplar y agradecer este don inmenso. La liturgia de la Palabra de hoy nos ayuda a entrar en este misterio. En la primera lectura, aparece una figura sorprendente: Melquisedec, rey y sacerdote, que ofrece pan y vino y bendice a Abraham. Es una imagen que la Iglesia siempre ha visto como una prefiguración de Cristo, el verdadero Sumo Sacerdote, que en la Última Cena ofreció su propio Cuerpo y Sangre bajo las especies del pan y del vino. El Salmo 109 lo confirma: “Tú eres sacerdote eterno según el rito de Melquisedec”. San Pablo, en la segunda lectura, nos transmi...

SOLEMNIDAD DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD - CICLO C

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Primera lectura: Proverbios 8, 22-31;Salmo 8, 4-5. 6-7a. 7b-9. (R.: 2a); Segunda lectura: Romanos 5, 1-5; Evangelio: Juan 16, 12-15. Celebramos la solemnidad de la Santísima Trinidad. Es uno de los grandes misterios de la fe, porque reconocemos a Dios uno y trino. Y empecemos diciendo de que este no es un descubrimiento humano, si no qué es una benevolencia de Dios para con los hombres. Puede parecer duro, pero Dios no tenía ninguna obligación de rebelarse a la humanidad, sin embargo, su amor es tan grande para con nosotros que se ha dado a conocer. Esto, como se dice en la primera oración de la misa, lo hemos recibido gracias al envío del Verbo y del Espíritu Santo. Aquí podemos entender que Dios siempre tiene la iniciativa de relacionarse con los seres humanos. Una segunda idea que podemos reflexionar es la relación personal de Dios con los hombres. Como sabemos hay un solo Dios formado de tres personas. ¿Y por qué son personas? Por qué son capaces de relacionarse con otras personas...

SOLEMNIDAD DE PENTECOSTÉS - CICLO C

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Primera lectura: Hechos de los apóstoles: 2, 1-11; Salmo 103, 1ab y 24ac. 29bc-30. 31 y 34 (R.: cf. 30); Segunda lectura: 1 Corintios 12, 3b-7. 12-13; Evangelio: Juan 20, 19-23. Estamos celebrando la gran solemnidad de Pentecostés. Tanto para los judíos como para los católicos tiene un gran significado y simbolismo este día. Para los judíos significaba el aniversario la entrega de las tablas de la ley. Esto tiene un gran significado porque es recordar permanentemente cuál es la voluntad de Dios para los hombres. Aunque nosotros no tenemos una conmemoración anual para ello, cada cierto tiempo la Palabra de Dios nos hace resonar los mandamientos de Dios. Para los católicos, en un día de Pentecostés, María y los apóstoles recibieron el don del Espíritu Santo.  En la oración colecta de este domingo pedimos que Dios derrame los dones del Espíritu Santo. Como sabemos hay siete dones que siempre es bueno repasarlos: sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza,  ciencia, piedad y temo...

SOLEMNIDAD DE LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR - CICLO C

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Primera lectura: Hechos de los apóstoles 1, 1-11; Salmo 46, 2-3. 6-7. 8-9 (R.: 6); Segunda lectura: Efesios 1, 17-23; Evangelio: Lucas 24, 46-53. Celebramos la solemnidad de la Ascensión del Señor. Como sabemos es el momento en el que Jesús sube por su propia cuenta al cielo y recibe su cuerpo la gloria que ya recibía en su divinidad. Es el momento de su victoria, como se dice en la oración colecta, que además participará a su Iglesia. En la oración colecta, unidos a toda la Iglesia, le pedimos a Dios gozo y alegría en este día. Esa alegría que llenaba los primeros cristianos como vemos al final del Evangelio. No es una alegría pasajera, sino que es la alegría que viene de lo profundo de Dios al compartirnos lo que Él es. Por eso dice la oración que su victoria es nuestra victoria. La Ascensión es una nueva forma de presencia del Señor por la cual deja el mundo para estar más cerca de nosotros. No olvidemos que había dejado establecido algunos nuevos modos de su presencia: la eucarist...

SEXTO DOMINGO DE PASCUA - CICLO C

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Primera lectura: Hechos de los apóstoles 15, 1-2. 22-29; Salmo 66, 2-3. 5. 6 y 8 (R.: 4); Segunda lectura: Apocalipsis 21, 10-14. 22-23; Evangelio: San Juan 14, 23-29. Estamos en la recta final del tiempo de Pascua. Ha sido un tiempo en donde hemos tenido la oportunidad de tratar más de cerca con el Resucitado. Ahora es Él quien va dirigiendo el discurso en tono de despedida. No estamos hablando de una despedida absoluta, sino que, es conveniente que su presencia física parta de la tierra para que pueda enviar el Paráclito que tiene la posibilidad de enseñarnos todo e irnos recordando todo lo que dijo. Es por eso que Jesús nos pide que no nos entristezcamos sino que nos alegremos de que Él parta. En las lecturas se nos va aproximando a la acción del Espíritu Santo. En la primera lectura leemos el momento del Concilio de Jerusalén. (Ciertamente no puede ser comparado a los otros grandes concilios de la historia. Aprovecho en recordar que hace unos días hemos celebrado los 1700 años del ...

QUINTO DOMINGO DE PASCUA - CICLO C

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Primera lectura: Hechos de los apóstoles 14, 21b-27; Salmo 144, 8-9. 10-11. 12-13ab (R.: cf. 1); Segunda lectura: Apocalipsis 21, 1-5a; Evangelio: Juan 13, 31-33a. 34-35. Las lecturas de este domingo son realmente esperanzadoras. En la primera lectura, escuchamos las palabras de aliento de Pablo y Bernabé. Nos recordarán que hay que perseverar en las muchas tribulaciones que pasaremos para entrar en el reino de Dios. Quisiera resaltar la honestidad de ambos al decirnos de que La vida cristiana no está exenta de sacrificios y sufrimientos. Esto lo tenemos que recordar muchas veces. Algunos han querido cuestionar que el cristianismo es como una especie de narcótico que nos saca de lo real y nos pone en un mundo de fantasía. Con lo que nos dicen Pablo y Bernabé nos damos cuenta que no es así. La vida cristiana entendida como un camino para el cielo nos pondrá prueba en diferentes circunstancias para llegar a la meta final. En ese sentido, la segunda lectura también nos indica que en la...

CUARTO DOMINGO DE PASCUA - CICLO C

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Primera lectura: Hechos de los apóstoles 13, 14. 43-52; Salmo 99, 2. 3. 5 (R.: 3c); Segunda lectura: Apocalipsis 7, 9. 14b-17; Evangelio: Juan 10, 27-30 . Hemos llegado al cuarto Domingo de Pascua, que tradicionalmente se ha llamado el Domingo del Buen Pastor. En la primera oración de la misa nos habla del Pastor que precede a su rebaño débil y lo lleva hacia el cielo. El Pastor siempre va a cuidar a su rebaño y le indicará el camino oportuno para llegar a la salvación. Por eso, tanto en las lecturas como en las oraciones vemos la imagen del pastor y su rebaño como representación de ese cuidado tan cercano y sincero de Jesús, el Buen Pastor, con sus ovejas, que somos nosotros. En la primera lectura vemos el ejemplo de un verdadero pastor. Pablo y Bernabé van predicando la Palabra de Dios exhortándolos a vivir fieles a la gracia y denunciando la indiferencia de aquellos que no han querido recibir la Palabra de Dios. En algunas circunstancias también sucede eso que experimentó Pablo y B...

SEGUNDO DOMINGO DE PASCUA - CICLO C

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Primera lectura: Hechos de los apóstoles 5, 12-16; Salmo 117, 2-4. 22-24. 25-27a (R.: 1); Segunda lectura: Apocalipsis 1, 9-11a. 12-13. 17-19; Evangelio: Juan 20, 19-31 Estamos en el segundo Domingo de Pascua, llamado en la tradición el Domingo «de Tomás» y, actualmente, llamado también el Domingo de la Misericordia, debido a una visión que tuvo Santa Faustina del Señor. En ese contexto pascual, quisiera reflexionar algunas ideas de cada una de las lecturas de la misa este Domingo. En la primera lectura, tomada de los Hechos de los Apóstoles, vemos como los primeros discípulos van haciendo prodigios. Además, se relata que crecía el número de los creyentes. Respecto de los prodigios podemos ver que se realizaban curaciones físicas y se curaban endemoniados. Esto no es una obra humana, estos son los signos que el Señor prometió a sus discípulos que los acompañarían cuando vayan a anunciar el Evangelio a los demás. El Señor no es indiferente de los males del hombre y, por eso, va cu...

DOMINGO DE RESURRECCIÓN - CICLO C

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Primera lectura: Hechos de los apóstoles 10, 34a. 37-43;  Salmo 117, 1- 2. 16ab-17. 22-23 (R.: 24); Segunda lectura:  Colosenses 3, 1-4; Evangelio: (Matutina)  Juan 20, 1-9; (Vespertina) Lucas 24, 13-35 ¡Feliz Pascua de Resurrección! Hoy la Iglesia se llena de alegría al contemplar el paso de la muerte a la vida, al ver como la muerte ha sido destruida con la Resurrección de nuestro Salvador. Durante estos días hemos contemplado el infinito amor de Jesús que nos sustituye en los suplicios que nosotros merecemos por nuestros pecados. Él ha subido al leño de la Cruz y ha pagado la deuda que la humanidad ha contraído con Dios al transgredir su voluntad desde el inicio de la humanidad con nuestros primeros padres. Solo Cristo ha podido pagar esa deuda infinita que le debíamos a Dios. Gracias a su sacrificio nosotros somos hijos en el Hijo, somos hijos de un mismo Padre, hemos recobrado la amistad que habíamos perdido por el pecado. Por eso, con gran alegría, decimos en l...